domingo, 16 de noviembre de 2008

SER NADIE


Cuando llegue el momento de ser nadie, el mundo seguirá y no lo veremos. Si antes vivíamos cegados por el sol ahora estaremos cegados por la sombra.
Cuando llegue el momento de ser nadie, la memoria habrá quedado encinta de ideas y preguntas que nunca nacerán. Nadie sabe si seremos ceniza o si nos mezclaremos con las cenizas de otros.
Arriba y abajo seguirá la vida o seguirá el quién sabe. Ya una vez fuimos nadie, hasta que empezamos a ser alguien en el semen del padre y en el vientre materno.
De la nada a la nada pasa una historia efímera, esa imitación del algo que se llama vida, un lapso en el que amamos, respiramos, creemos y descreemos, repartimos semillas en los surcos que esperan y asumimos proyectos a largo o a larguísimo plazo.
Lo cierto es que no somos dueños de este cuerpo, tan sólo lo alquilamos, hasta que llega el óbito y nos da desalojo. Y entonces ser nadie es bastante menos que ser poco.
Los que a sabiendas hieren y matan y torturan, se creen fieles lacayos de la muerte, pero esos imbéciles no saben que, desde tiempo inmemorial, la parquísima inmola a sus lacayos.
Cuando llegue el momento de ser nadie, es mejor disiparse con la conciencia sepulcral tranquila.



Mario Benedetti, Vivir adrede, 2007.

miércoles, 28 de mayo de 2008

LEDA


El cisne en la sombra parece de nieve;
su pico es de ámbar, del alba al trasluz;
el suave crepúsculo que pasa tan breve
las cándidas alas sonrosa de luz.

Y luego en las ondas del lago azulado,
después que la aurora perdió su arrebol,
las alas tendidas y el cuello enarcado,
el cisne es de plata bañado de sol.

Tal es, cuando esponja las plumas de seda,
olímpico pájaro herido de amor,
y viola en las linfas sonoras a Leda,
buscando su pico los labios en flor.

Suspira la bella desnuda y vencida,
y en tanto que al aire sus quejas se van,
del fondo verdoso de fronda tupida
chispean turbados los ojos de Pan.



Rubén Darío, Cantos de vida y esperanza. Los cisnes y otros poemas., 1905.